Calima vs. polvo en suspensión

25/6/2012. Ahora que estamos en alerta naranja por calor motivado por una masa de aire procedente del desierto del Sáhara, me gustaría tratar la diferencia entre calima y polvo en suspensión, Hace años escuchaba un programa de radio matinal que justo en su arranque pasaba revista de la actualidad del día. Entre otros, contactó con la oficina de la Agencia Estatal de Meteorología en Las Palmas y el encargado de describir las condiciones meteorológicas fue el conocido Observador Meteorológico Desiderio Padilla. El locutor de radio hizo un comentario del tipo "¿Vamos a seguir mucho más tiempo con esta calima?" y Desiderio le respondió, "Cuidado, que no es lo mismo calima que polvo en suspensión, y ahora lo que tenemos es polvo en suspensión". Tras unos segundos de silencio en los que el locutor fue incapaz de distinguirlos, preguntó: "¿Nos puede recordar la diferencia?". Y ahí Desiderio puntualizó la diferencia entre ambos términos, a lo que el locutor respondió tras haber entendido la explicación, al menos aparentemente.

Valga éste como un ejemplo de que no es lo mismo una cosa que la otra, aunque constantemente se empleen como sinónimos. La calima o calina viene definida como aquel accidente atmosférico que enturbia el aire y suele producirse por vapores de agua. Esa es la idea, que el vapor de agua es el que suele ocasionar la baja visibilidad del aire. En el caso del polvo en suspensión, lo que reduce la visibilidad del aire es la presencia del polvo, que tiene un origen sahariano para el caso de Canarias.

La confusión de ambos términos probablemente se deba a que conviven como parte de un mismo fenómeno. El aire proveniente del vecino desierto del Sáhara es seco y cargado de polvo. En su viaje hacia Canarias se va humedeciendo, enfriando y frenando en sus capas inferiores por el contacto con el agua de mar, de ahí que la llegada del aire sahariano se produzca con anterioridad y de forma más notable en zonas altas y de medianías de las islas. Tenemos, por tanto, que el vapor de agua de las capas altas se ve inicialmente desplazado hacia las capas bajas, donde aún no ha llegado el aire cálido. Así se alcanzan situaciones de saturación de vapor de agua y, consecuentemente, condensación con la correspondiente formación de calima, llegando incluso a descargar agua en forma de leves lluvias.

Al día siguiente o al cabo de dos días el aire sahariano ocupa ya toda la capa inferior de la atmósfera, con la situación de calor importante y sequedad del ambiente que caracteriza a esta masa de aire. Ahí es cuando tenemos desarrollado el polvo en suspensión, aunque aún se le siga llamando habitualmente calima.

Ambos fenómenos están acompañados de altas temperaturas, aunque la diferencia fundamental es que con calima el ambiente está húmedo, bochornoso, pegajoso, mientras que con polvo en suspensión el ambiente está muy seco, con humedades inferiores al 40%, bajando en ocasiones incluso por debajo del 10%.

Ante la duda, mi recomendación es hablar de polvo en suspensión, en tanto que la calima es un fenómeno generalmente de duración mucho más corta, 1 día o 2, mientras que el polvo en suspensión se prolonga generalmente durante varios días.

Francisco Machín.