5/7/2013. Me decía mi abuela siendo niño que la noche de San Juan era la más corta del año. La primera vez que lo oi tal vez tenía 10 u 11 años y no me lo creía, ya que hasta entonces tenía la sensación de que todas las noches duraban lo mismo :).
Pero mi abuela estaba en lo cierto, o casi. En efecto, hay noches más cortas y otras más largas debido a que el eje de la Tierra tiene un cierto ángulo de inclinación con respecto al plano de la Eclíptica, relacionado todo ello además con el hecho de que el planeta se traslada alrededor del Sol. Si el eje de la Tierra no estuviese inclinado con respecto al plano de la eclíptica las noches y los días durarían lo mismo, 12 horas, todos los días del año. Ahora bien, la inclinación del eje de la Tierra hace que durante el verano del hemisferio norte los días aquí sean más largos que las noches, momento en que en el hemisferio sur las noches son más largas que los días; por contra, en el invierno del hemisferio norte los días son más cortos que las noches y en el hemisferio sur las noches son más cortas que los días.
Entre medias hay días en que la noche y el día tienen el mismo número de horas, en la misma medida en que hay días en que el número de horas durante el día es mínimo y otros en que el número de horas de la noche es mínimo. Está claro. Ahora tratemos de ver cuándo ocurre.
Hay dos días al año en que el día dura lo mismo que la noche. Son los llamados equinoccios, que ya en su nombre dan a entender que el día tiene igual duración que la noche. Estos días se producen en las transiciones entre la primavera y el verano, alrededor del 20-21 de marzo, y también en la transición entre el otoño y el invierno, alrededor del 20-21 de septiembre. Entre medias caen los días en que la noche o el día tienen un número de horas mínimo. Son los llamados solsticios, que reciben este nombre porque el movimiento aparente del sol en el cielo hace que éste parezca detenerse, parezca estático, de ahí lo del sol-sticio. Sigamos. El verano en el hemisferio norte llega en el mes de junio, por tanto ese debe ser el momento en que el número de horas de día en el hemisferio norte es máximo, alrededor del 20-21 de junio, el solsticio de verano. De igual manera, el invierno en el hemisferio norte comienza en diciembre, con lo que ese debe ser el momento en que hay menos horas de día, lo cual tiene lugar el 20-21 de diciembre, el solsticio de invierno.
Ahí vamos viendo cómo se configura la duración de los días en las transiciones entre estaciones, en los equinoccios y en los solsticios. En relación con esos instantes se fueron desarrollando diferentes fiestas paganas como culto al sol o simplemente para predecir las estaciones (por ejemplo, Stonehenge). Con la llegada del cristianismo, éste se apropió de algunas de estas festividades paganas y las llevó a su terreno, con lo que la noche más corta del año se vio desplazada hacia la Noche de San Juan. Siendo justos, la Noche de San Juan está entre las 10 noches más cortas del año, pero estrictamente no es la más corta del año.
Francisco Machín.